El Dolor. La causa, casi siempre es otra.

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Uno de los motivos principales de que el dolor/enfermedad no sea erradicado es que no se alcanza a vislumbrar la causa y en muchos casos ni se indaga en ella.
Posiblemente al acudir a una consulta médica, llevamos con nosotros una explicación para tal desatino, que en la mayoría de las ocasiones ni se cuestiona, lo que lleva a los profesionales de la salud a perseguir una pista falsa hacia la solución del problema en cuestión.

A menudo las causas son otras y cada cual tiene las suyas.

Es realmente curioso observar como varias personas que en principio se quejan de un mismo dolor, por
ejemplo, de barriga (pues no determinan el sitio exacto), son tratadas de la misma forma, con tiempos de consulta mínimos y propensos al despacho, llevándose a casa el mismo remedio, con el cual pueden mejorar (seguramente por simplemente creer que pueden hacerlo, o no) o volver para pedir cita con un especialista y continuar por el periplo médico, quién sabe, quizás hasta el cirujano pues de todos es sabido el dicho “matando al perro, se acaba la rabia”.

Por diferentes motivos negamos lo obvio en nuestras vidas, utilizamos herramientas como reprimir, no admitir, insensibilizarnos, olvidar, o mentirnos a nosotros mismos para evadir nuestra realidad delegando en las autoridades sanitarias u otras, la responsabilidad por nuestra salud, cosa que corresponde a nosotros mismos.
Es de esta manera que disfrazamos con ideas equivocadas y de manera no consciente en la mayoría de los casos, el origen del malestar y en consecuencia entramos al trapo, corriendo tras algo huidizo que no llegamos a solucionar, pues la respuesta incorrecta, además de alejarnos de mejorar, empeora nuestra situación, añadiendo malestar.

Es muy común por tanto la queja repetitiva por algo que lejos de ser solventado, se convierte en algo inherente a nuestras vidas siendo la costumbre y la adaptación la mejor respuesta para tal desconcierto, conviviendo y llevando irremediablemente las nuevas cargas que el “trágico” destino a elucubrado para nosotros.


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